La traducción cinematográfica se enmarca dentro de la traducción audiovisual o multimedia y es una modalidad de traducción subordinada (Mayoral et al. 1986; Elena 1994; Rabadán 1994; Duro 2001).
El
campo de la traducción audiovisual es , previsiblemente, uno de los
que más se van a desarrollar en los próximos años debido a la
explosión en la demanda de productos audiovisuales (cine, video,
programas educativos, cadenas regionales y locales de televisión,
televisión por cable y por satélite...) y a los grandes avances
técnicos (emisión por satélite, fibra óptica), que permiten la
emisión de dos señales de audio en estos momentos y mañana mismo
permitirán la emisión por siete canales (de aplicación a la
emisión de versiones dobladas) y la fibra óptica, que romperá la
limitación económica actual de las emisiones por satélite que ya
permiten enviar tres señales de video con una de audio (de
aplicación a la emisión de versiones subtituladas).
De
este modo, la traducción audiovisual se ha convertido en uno de los
temas más novedosos y de más empuje dentro de los estudios de
traducción.
En 1986, 1988 y en 1993, nos planteábamos el problema de la traducción de cine como un problema de traducción subordinada (aunque no sea ésta la única perspectiva que ofrece). Desde este punto de vista el problema principal en la traducción cinematográfica para doblaje es el funcionamiento simultáneo de señales auditivas y visuales por los canales correspondientes a fin de transmitir un único mensaje y las exigencias de sincronismo que esto plantea. Esta visión que dábamos es muy estática y no da cuenta de una buena serie de otros fenómenos interesantes. Es estática porque no incide en la interacción entre las señales auditivas y las visuales porque no enfatiza la unicidad del producto y porque no concede a las señales visuales la prioridad que éstas tienen sobre las auditivas.
Vamos
a discutir de nuevo la traducción cinematográfica y esta vez lo
vamos a hacer no desde el escritorio del estudioso de la traducción
donde hay un par de manuales de comunicación y de semiótica sino
desde los mismos estudios de doblaje.
La
visión que tenemos de la traducción cinematográfica desde los
estudios de doblaje es una visión dantesca para quien intenta
ajustar la realidad a las definiciones. La traducción para doblaje
(una parte importante de la traducción audiovisual), lo que en los
estudios presenciamos, no encaja en las definiciones más
tradicionales del proceso de la traducción y su estudio lleva a
conclusiones que escandalizan a los más puristas. Hasta tal punto es
así, que hemos decidido denominar a la traducción para doblaje,
también, “traducción impura”.
Las nociones básicas para tratar el contenido son las siguientes:
Las nociones básicas para tratar el contenido son las siguientes:
- Identificar un texto (función distintiva)
- Informar sobre la existencia de un texto, ser texto sobre un texto (función meta-textual)
- Describir el texto: su contenido, su forma, los factores de la situación comunicativa (función descriptiva o referencial)
- Evaluar el texto: su contenido, su forma, la situación o el efecto del texto sobre el lector (función expresiva)
- Establecer un primer contacto entre emisor y receptor (función fática)
- Atraer la atención o el interés de los lectores (función operativa) Únicamente las funciones distintiva, metatextual y fática se cumplen en todos los casos.
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